Los puertos europeos han establecido diez prioridades que se deben cumplir en el ámbito medioambiental. Se trata del nuevo Informe Medioambiental 2018, realizado por la Organización Europea de Puertos (ESPO), el cual pretende mejorar la calidad del aire en el sector portuario.
Entre las pautas que se han regulado, el informe destaca la relación con las comunidades locales, las cuales se preocupan por el impacto que tendrá la contaminación que producen algunas actividades portuarias. De modo que, los puertos europeos deben priorizar la creación de infraestructuras portuarias responsables con el medio ambiente.
De hecho, el 59% de los puertos europeos ha modificado las infraestructuras existentes para adaptarse a las nuevas exigencias medioambientales, mientras que el 41% de los enclaves europeos ha tenido que enfrentarse en sus operativas a ciertos desafíos relacionados con el cambio climático. Otro factor importante es la gestión de residuos marinos, la cual ha acaparado la mayoría de las investigaciones para la mejora medioambiental.
Los puertos europeos no han dejado caer las manos, sino que el 73% de los enclaves europeos ya cuenta con la certificación medioambiental, ya sea ISO, EMAS o PERS, lo que indica que la industria marítima ha incrementado un 19% las instalaciones no contaminantes desde el pasado 2013. Es más, el 68% de los embarcaderos europeos publica informes de sostenibilidad con regularidad.
Para mejorar en el ámbito medioambiental, los puertos españoles han realizado diferentes estudios. Por ejemplo, la Autoridad Portuaria de Castellón ha publicado su memoria anual y su programa de sostenibilidad correspondiente al año 2017. El informe destaca diferentes temas, como el funcionamiento del organismo y de los órganos de gobierno, el desarrollo económico portuario, la estadística de tráfico de mercancías y la inversión productiva.
