Las navieras han modificados su modelo de negocio para adaptarse a los cambios del sector, entre los que se destaca la influencia del Brexit, los futuros límites de azufre y las negociaciones para el establecimiento de aranceles entre Estados Unidos y China.
Por ejemplo, los operadores marítimos Maersk, MSC y CMA-CGM han ampliando su oferta de servicios, desarrollando funciones de almacenamiento y trámites aduaneros, mientras que ONE y Hapag-Lloyd se han centrado en potenciar su oferta para el transporte marítimo y el servicio al cliente.
Asimismo, el operador Medlog, perteneciente a MSC, se ha esforzado por ofrecer servicios de almacenamiento, transporte por carretera y ferrocarril, a la vez que la naviera Damco, quien pertenece a Maersk, ha modificado su negocio para convertirse en un proveedor de logística integrada.
Esta clase de enfoque aporta una mayor visibilidad a la cadena de suministro, según indica la naviera danesa, ya que por medio de la red 2M ha establecido un acuerdo estratégico con ZIM. Sin embargo, las navieras de la alianza ONE no creen en el modelo de servicios integrados y en lugar de ello se han centrado en reforzar los servicios de transporte marítimo. La decisión es similar a la de Hapag-Lloyd, quien ha preferido implementar un sistema de intercambio electrónico de datos.
En realidad, el sector marítimo también se preocupa por la gestión logística de sus operaciones. Por ello, la Cámara Naviera Internacional, la Asociación de Armadores de Asia y las Asociaciones de Armadores de la Comunidad Europea han firmado un acuerdo para fomentar la colaboración entre ellas en Singapur el pasado 8 de abril. Gracias al acuerdo, las tres entidades se establecen como representantes de los intereses de los armadores ante los principales foros internacionales o regionales.