La deuda que la Autoridad Portuaria de A Coruña soporta por la construcción de su puerto exterior de Langosteira, que suma 311.075.000 euros, quintuplica la suma de las deudas de los demás puertos gallegos: Ferrol-San Cibrao, Vigo y Vilagarcía de Arousa, ya que el de Marín-Pontevedra no tiene deudas.
Los 311 millones de euros que debe A Coruña se dividen así: 200 millones de euros que entregó Puertos del Estado en 2011 para concluir la construcción de la dársena exterior, y no 250 millones, pues el puerto coruñés devolvió 50 millones al no necesitarlos; el resto, los 111 millones de euros que prestó en 2005 el Banco Europeo de Inversiones y que habrá que devolver en el año 2035.
La de Ferrol-San Cibrao es la segunda deuda más grande, con 40,1 millones de euros. De ellos, 28,2 millones de euros corresponden a un préstamo del Instituto de Crédito Oficial que vencerá a finales de 2032, mientras que otros 11,8 millones euros proceden de un préstamo del Ministerio de Industria que habrá que abonar antes de que concluya el año 2025.
El tercero es Vilagarcía de Arousa, pero su deuda solo asciende a 11,8 millones euros. Tiene todos sus créditos contraídos con entidades financieras privadas, de las que Abanca es a la que se adeuda una cantidad mayor, 5,3 millones de euros, mientras que al BBVA se le deben 3,8 millones de euros y a La Caixa 2,6 millones de euros.
El puerto exterior donde se instalará Repsol en Langosteira (A Coruña) iniciará su construcción en cuando la empresa encargada sea finalmente seleccionada y el contrato firmado. El proceso de selección que organizó la propia petrolera comenzó con seis aspirantes, y ya solo quedan tres, después de la primera ronda.
