Los puertos de Los Ángeles y Long Beach, dos de los más importantes de Estados Unidos, han experimentado un notable aumento en la movilización de carga en los últimos meses. En septiembre, octubre y noviembre, registraron incrementos interanuales en las importaciones contenedorizadas de entre el 17% y el 31%.
Este aumento se debe en parte a la mejora de las relaciones laborales con los trabajadores portuarios, tras la resolución de largas negociaciones contractuales con la International Longshore and Warehouse Union, que representa a los estibadores de la Costa Oeste de Estados Unidos.
Además, las recientes disrupciones en el Canal de Panamá y el Canal de Suez, pasos clave en las rutas hacia los puertos de la costa este y del golfo de Estados Unidos, han llevado a los importadores a optar por desembarcar su carga en los puertos de California para evitar tiempos de tránsito más largos y costos más altos.
Para muchos importadores, los puertos de California representan ahorros de costos porque están más cerca de Asia y tienen amplias conexiones por carretera y ferrocarril con otros puntos de Estados Unidos. Además, la sequía en Panamá ha obligado a la disminución de la cantidad de contenedores que las líneas pueden enviar a través del canal, lo que ha favorecido aún más a los puertos de California.