Con una longitud dos veces superior a la del Canal de la Mancha, el último megaproyecto de China consiste en construir un túnel submarino de 76 metros de longitud.
El túnel se ejecutará entre la ciudad norteña de Dalian y Yantai, en la costa este. Según Wang Mengshu, un experto de la Academia de Ingeniería de China, los trabajos podrían comenzar en 2015 ó 2016.
Junto con el túnel, se formará un eslabón vital para la economía china con una línea de alta velocidad desde la zona norte de China hasta la isla de Hainan en el sur del país.
China tiene a sus espaldas una compleja historia de proyectos de ingeniería épicos. Recientemente ha construido la red más grande del mundo de alta velocidad ferroviaria, los puentes más largos y varios de los rascacielos más altos.
A pesar de la experiencia del país en este tipo de obras, la construcción del túnel supone importantes desafíos. El proyecto implica construir tres túneles: uno para coches, otro para el ferrocarril y un tercero para labores de mantenimiento. Para ello tendrán que excavar a través de roca dura a 100 pies por debajo del lecho marino. En las islas que se encuentran en la ruta del túnel se construirán ejes verticales para proporcionar ventilación.
Uno de los principales problemas es que la zona es propensa a los terremotos y el túnel atravesará dos grandes líneas de falla, por lo que los expertos han advertido que los trabajos de excavación requerirán de una atención especial.
“El gobierno está siendo cauteloso sobre el proyecto”, ha destacado un investigador de la Universidad de Shandong. “Propusimos esta idea de un túnel hace 20 años y muchos equipos de investigación han estado realizando investigaciones desde entonces. Hemos creado un grupo especial para estudiar el Canal de la Mancha. De hecho, todos los ingenieros de túneles submarinos en el mundo han aprendido del Túnel del Canal, ya que es el mejor ejemplo en el mundo. Hemos aprendido algunas técnicas de construcción y examinado algunas formas de financiación de nuestro túnel”.
La construcción del túnel submarino no ha supuesto ningún cambio en las reglas chinas que no permiten atracar en sus puertos a los buques con capacidad de hasta 250.000 toneladas de peso muerto.
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