“Hemos reducido el número de naves ancladas en un 90%”. Con esta frase, el director ejecutivo del Puerto de Los Ángeles, Gene Seroka, dejó claro que los atascos frente a sus muelles ya son cosas del pasado.
Los medios especializados recuerdan que apenas inició el año 109 naves esperaban atracar en los puertos de Los Ángeles y Long Beach, en lo que fue el punto álgido en la congestión de la cadena de suministro para ambos recintos.
Para el 11 de agosto, el número de buques que esperaba para atracar a uno de los dos puertos era de 9.
El ejecutivo explicó que una de las herramientas más efectivas utilizadas por los puertos para evitar la congestión son los sofisticados rastreadores de datos digitales que proporcionan información sobre los buques que se dirigen a ellos, la cantidad de carga que transportan y cuándo arribarán.
Además, ambos puertos se mantienen muy activos y ocupados. “Seguimos moviendo cantidades récord de carga en los primeros seis meses de este año”, agregó Seroka.