La Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión) de Perú ha informado que más de veinte empresas están interesadas en adjudicarse la explotación de la mina de cobre Michiquillay, ubicada en el norte de los Andes peruanos, y cuya inversión está estimada en unos 2.000 millones de dólares.
En concreto, y ante el elevado número de empresas que pretende postular al proyecto, Proinversión amplió el plazo de evaluación hasta el 2 de noviembre, y cambió la fecha de adjudicación al 20 de diciembre.
Inicialmente el anuncio de adjudicación estaba previsto para el 15 noviembre. Según la organización, esta ampliación del margen del tiempo permitirá incorporar al proceso las sugerencias de las comunidades campesinas, situadas en el área de influencia del proyecto.
Cabe recordar que Michiquillay se encuentra en la vertiente oriental de los Andes, a una altitud de 3.950 metros sobre el nivel del mar, en una zona perteneciente a la norteña región de Cajamarca.
Los estudios realizados en la mina indican que el yacimiento tiene alrededor de 1.159 millones de toneladas métricas en recursos minerales, lo que permite iniciar su explotación con una producción al menos unas 80.000 toneladas diarias, de las que también se puede extraer oro, plata y molibdeno.