Makro, la cadena de distribución mayorista, ahorró más de un millón de euros en 2013 gracias a la estrategia de ahorro energético que lleva poniendo en marcha desde 2009, tanto en sus establecimientos de la compañía como en la oficina central.
Makro ha desarrollado a lo largo de estos años dos tipos de acciones que le han llevado al éxito: dar a conocer a los empleados prácticas eficientes con el fin de sensibilizarles sobre el consumo de energía en el trabajo y en sus propios hogares, así como medidas técnicas como la implantación de nuevos sistemas de iluminación LED y sondas de luminosidad para controlar la iluminación.
Makro también colocó sistemas de refrigeración para instalar puertas de cristal en los frigoríficos y puertas automáticas en las salas refrigeradas, además de instalar mejoras tecnológicas en las centrales de frío.
Los sistemas de eficiencia energética no se limitan a los establecimientos, sino también a las oficinas. De hecho, en la fachada del nuevo edificio que la compañía tiene en Madrid se han colocado paneles para controlar el aporte lumínico. El local también está dotado de ventilación mecánica con recuperadores de calor y equipos de climatización eficientes.
Una serie de fotocélulas y detectores de presencia aseguran la iluminación artificial el agua también está sometida al ahorro gracias a ciertos sistemas colocados en las fuentes. Gracias a todas estas medidas, Makro ha logrado reducir un 25,86% el consumo total de su energía desde 2009 y ahorrar 2,6 millones al año.
Además de ser una empresa que tiene en cuenta la eficiencia energética y su correspondiente ahorro, Makro recibió la certificación ‘Top Employers 2014’, que premia las condiciones laborales, la potenciación del desarrollo y el crecimiento del talento de la organización.
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