Eneko Rufino, abogado del despacho de CIALT, comentó durante la Jornada UNO sobre cómo afrontar una inspección sorpresa de Hacienda que todas las empresas deberían desarrollar un protocolo de prevención de inspecciones sorpresa.
Este protocolo consiste en analizar la situación individual de la empresa, definir los riesgos, establecer un protocolo de actuación y comunicar el protocolo a la organización.
Estos protocolos no son exigencias legales, pero los ponentes de la Jornada UNO consideraron importantes para la empresa a fin de evitar problemas mayores.
Este protocolo preventivo es necesario tanto en grandes empresas como en pymes, aunque en su caso no se requiera un protocolo desarrollado en 180 páginas, sino un decálogo de reglas para evitar errores funestos en las inspecciones que pueden suponer una lápida eterna para la empresa.
“Estas medidas no van a evitar la inspección”, avisó Eneko Rufino, pero pueden anular todo un proceso de liquidación o sanciones varias donde se incluyan diligencias de una inspección sorpresa.
De todos modos, tomar medidas cautelares para enfrentarse a una inspección sorpresa no implica que se pretenda ocultar los pecados de la empresa a la Agencia Tributaria, tranquilizó Rufino.
La Jornada UNO finalizó con éxito el pasado 5 de mayo en las oficinas de UNO de Madrid.
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