La decisión salió de una reunión interinstitucional que convocó la presidenta en ejercicio de Costa Rica, Epsy Campbell Barr, con el sector privado del país, en un esfuerzo por mitigar el impacto directo en las importaciones y exportaciones terrestres de Costa Rica a Centroamérica.
Hay razones: 92% de las exportaciones desde Costa Rica hasta Nicaragua y el Triángulo Norte de Centroamérica se hacen por carretera y cada mes, alrededor de 5 mil contenedores salen del país hacia esos destinos, de acuerdo a la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).
Las protestas públicas han provocado retención de cargamentos costarricenses en Nicaragua. Por ello Campbell, quien asumió la presidencia debido a un viaje que está efectuando el presidente Carlos Alvarado, abogó por acciones interinstitucionales en el país y multilaterales con los altos jerarcas de los países de la región para desentrabar el intercambio comercial centroamericano.
El Ministerio de Comercio Exterior de Costa Rica ha informado que está a punto de equilibrar su balanza comercial de productos y servicios, al reducir el déficit a 47 millones de dólares en el 2017.