En España existen numerosas metodologías de reporting y cálculo de emisiones que afectan al medio ambiente por parte del sector del transporte, cada una con un nivel de incertidumbre y un alcance determinado, lo que constituye un verdadero problema. Es lo que se desprende de ‘Ideas & Logistics’, el informe anual de logística que edita cada año Kaleido y que analiza la logística desde un punto de vista del compromiso medioambiental.
La legislación ambiental tiende a ser cada vez más exigente en relación a la medición de emisiones. Sin embargo, el sector del transporte es un sector difuso, no sometido a control de derechos de emisión, con un objetivo de cara a 2020 de reducción del 10% de emisiones con respecto al 2005.
Según la Agencia Europea del Medio Ambiente, el transporte representa un tercio del consumo de energía final de los países miembros y más de un quinto de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Para la mayoría de las compañías logísticas, el 90% de sus emisiones están localizadas dentro del alcance tres, considerado voluntario. Por lo tanto, el nivel de incertidumbre de la medición es de vital importancia para obtener un resultado fiable y no una herramienta de marketing.
Como apunta Nicolás Troncoso, director de I+D+i de Kaleido, “más allá de la medición de emisiones, para poder hablar de logística sostenible o de Green Logistics, habría que tener herramientas que permitan poder valorar entre una logística clásica y una opción Green. Esto sólo se conseguiría estableciendo un índice de sostenibilidad logística, que permita al cliente valorar y decidirse entre diferentes opciones logísticas”.
La logística verde o Green Logistics consiste en la transformación integral de las estrategias de la logística, estructuras, procesos y sistemas para empresas y redes empresariales que sirvan para crear procesos de logística ambientalmente racionales y un uso eficaz de los recursos.
Teniendo en cuenta el equilibrio entre eficiencia económica y ecológica, esta nueva tendencia basada en hacer el mejor uso de los recursos de logística e impulsar el desarrollo creando una economía circular, resulta cada vez más atractiva para muchas empresas que apuestan claramente por trabajar de forma “green”. Por lo tanto las mejoras del flujo logístico son necesarias para hacer las fábricas y puertos más competitivos y evitar deslocalizaciones.
Ana Pastor, ministra de Fomento, firmó un acuerdo a principios de julio sobre transporte sostenible con Anthony Foxx, secretario de Transportes de Estados Unidos. En base a este acuerdo, ambos países colaborarán en materia de transporte sostenible en cuestiones de seguridad, transporte intermodal, uso de combustibles marinos alternativos y transporte de personas con movilidad reducida.
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