Durante el primer semestre del año, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha retirado un total 480 kilos de residuos flotantes entre la zona de servicio del recinto portuario y el antiguo cauce del río Turia.
En concreto, durante las labores de limpieza, se han extraído plásticos, papel, madera, basura y grandes troncos que suponen un riesgo para la navegación y que entran en las dársenas tras una tormenta.
Más de la mitad de esos residuos fueron retirados por la barrera anticontaminación que impide que los residuos flotantes procedentes de los vertidos del antiguo cauce del río Turia, en el que confluyen varios colectores de pluviales de la ciudad, lleguen al Puerto de Valencia o a las playas adyacentes como Pinedo o El Saler.
El Puerto de Valencia también cuenta con la Limpiamar, una embarcación tipo “pelícano” de unos diez metros de eslora que se encarga de mantener limpias sus aguas interiores con una cesta en la proa con la que cada día va recogiendo los objetos que se encuentra en la superficie, como plásticos o maderas, y que llegan a las aguas interiores del puerto procedentes del exterior, arrastrados normalmente por tormentas.
Todos los desechos extraídos son almacenados en contenedores específicos para ser tratados a través de una empresa de gestión de residuos. Una actuación que se enmarca en el plan de seguimiento de contaminación de las aguas que desarrolla el departamento de Medio Ambiente de la APV.
Una noticia importante para el mercado español y que le da otorga cierto prestigio al Puerto de Valencia, es que el vino español traspasa las fronteras y desde los muelles del recinto portuario de Valencia encuentran destino en 130 países, desde el sudeste asiático a las paradisíacas islas del pacífico, pasando por el corazón de África y el continente americano.
