La Reserva Federal estadounidense (FED) ha conservado los tipos de interés entre el 0,25% y el 0,50%. Asimismo, la entidad ha advertido de la ralentización económica en Estados Unidos y ha insistido en que no hay signos de repunte en la inflación.
“Las condiciones del mercado laboral han continuado su mejoría incluso cuando el crecimiento económico se frenó a finales del año pasado”, según indica el Comité Federal de Mercado Abierto, órgano de la FED que dirige la política monetaria.
Por otro lado, el banco central ha indicado que espera que la inflación se mantenga baja en el corto plazo a causa de los mayores descensos en los precios de la energía y lejos del objetivo del 2% a medio plazo marcado.
Asimismo, las condiciones económicas evolucionarán de una manera que exija incrementos graduales e, incluso, puede que sea paciente a la hora de normalizar la política monetaria.
El hundimiento de las materias primas ha contribuido a la crisis global. Los inversores están reaccionando a la menor demanda de China y al final de la era de dinero barato de la Reserva Federal de Estados Unidos.
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