El Puerto de Málaga (España) ha conseguido retomar su actividad en los tráficos de automoción de forma gradual, ya que este sector se detuvo por completo durante el estado de alarma. De hecho, el enclave malagueño tuvo que paralizar el movimiento de estas mercancías desde el 14 de marzo hasta finales de mayo, mes en el que se empezaron a recobrar las escalas semanales.
Tras registrar un movimiento leve en los meses de verano, el recinto portuario ha incrementado su actividad un 27% en comparación con el mismo mes del año anterior y se estima que las cifras sigan creciendo durante este mes de octubre. Concretamente, el embarcadero malagueño ha movido un total de 3.681 unidades hasta la fecha, especialmente vehículos Dacia y Renault con origen Tánger, vehículos Ford procedentes de Turquía, Opel llegados de Bélgica y Nissan de Reino Unido.
La Autoridad Portuaria se destaca ante las demás por su capacidad para anticiparse a la demanda, resolver incidencias, mantener y mejorar las infraestructuras portuarias, además de por su accesibilidad por carretera, la agilidad en la asignación de las zonas de depósito y la correcta manipulación de la mercancía.
Teniendo en cuenta su buena fama, no es de extrañar que el enclave reciba cada vez más tráficos. Recientemente, el Puerto de Málaga ha gestionado la carga de dos megaportacontenedores en una semana. Se trata de las embarcaciones Istanbul y London, los cuales tienen 399 metros de eslora y se han convertido en dos de los mayores buques que ha recibido la Autoridad Portuaria en su historia.
