La sequía mantiene en una situación complicada a los operadores que deben movilizar sus buques por la hidrovía Paraguy-Paraná, que reporta bajos niveles del agua.
El descenso fue de casi un metro en 26 días, mientras que en el puerto de Pilar la escala hidrométrica marca un nivel de 0,87 metros del río Paraguay.
El 1 de septiembre, la altura del río era de 1,72 metros, en solo cuatro semanas el descenso fue abrupto, casi un metro menos, según los datos de la Dirección de Meteorología e Hidrología.
Pero el problema se acentúa hacia el sur del río. Por eso, el Gobierno declaró “estado de emergencia hidrológica en los ríos Paraná y Paraguay por la avanzada bajante que representa dificultades en la navegación y para el comercio exterior paraguayo, según el Decreto 4084.
Los buques deben sortear numerosos inconvenientes para aproximarse a los puertos cercanos a Asunción. La tendencia aparentemente es que las aguas bajen aún más, debido a la escasez de precipitaciones, lo que posicionará a los puertos de la capital como sitios estratégicos para el comercio exterior.