El Puerto de Tarragona (España) se ha establecido como la entrada para el tráfico de fruta tropical en la península ibérica, ya que el enclave tarraconense ha movilizado un total de 195.858 toneladas de frutas y hortalizas en 2018, lo que supone un aumento del 42,19%, impulsado por la entrada de kiwis de Nueva Zelanda, así como las piñas y plátanos de Costa Rica y Colombia.
Gracias a los buenos resultados obtenidos en el ejercicio anterior, la Autoridad Portuaria quiere fortalecer su posición en el sector hortofrutícola, convirtiéndose en un referente internacional para la importación de fruta, además de ser uno de los principales enclaves españoles en distribuir dichos productos.
La instalación tarraconense dispone de conexiones marítimas con los principales países exportadores de fruta, lo cual significa colaborar con países, como Nueva Zelanda, Costa Rica, Colombia y República Dominicana. Asimismo, la Autoridad Portuaria ofrece servicios regulares con Canadá y Estados Unidos.
El recinto portuario es capaz de dar salida a tráficos hortofrutícolas, ya que cuenta con unas instalaciones refrigeradas de más de 20.000 metros cuadrados, además de una terminal de contenedores que complementa los servicios a la exportación. Los servicios intermodales convierten a la Autoridad Portuaria en la mejor opción del Mediterráneo para la distribución por la península y Europa.
Recientemente, el sistema portuario español se ha posicionado como uno de los principales mercados de entrada y salida de productos hortofrutícolas para Europa, ya que los enclaves de titularidad pública manipularon un total de 11,5 millones de toneladas de frutas, hortalizas y legumbres el año pasado, lo cual indica un crecimiento del 12,5% anual, en comparación con el ejercicio de 2017.