Con marzo entra en vigencia el nuevo etiquetado de eficiencia energética, muy necesario ya que con las mejoras de los últimos años, casi ningún electrodoméstico tenía mala puntuación.
La etiqueta que pierde vigencia tiene más de 20 años, y ayudó a elegir los electrodomésticos adecuados al proporcionar información sobre su consumo de energía, desde el verde (para los más eficientes) hasta el rojo (para los menos eficientes). Incluso, la escala se había ampliado para incluir las clases A +++, A ++ y A +, que resultaba confusa.
Ahora, la realidad exige una nueva modalidad, con una clasificación simple que va de la “A” a la “G”; un etiquetado aprobado por la Comisión Europea.
En la que la “A” es para los aparatos más eficientes y la “G” es para los menos eficientes. Además de las letras, el color (de verde a rojo) y la longitud de las flechas en la etiqueta refuerzan visualmente esta idea. Un código QR permitirá acceder a más información sobre el producto, su rendimiento y características.
Pero la “A”, aun no será ocupada, ya que está destinada a electrodomésticos que tendrán un rendimiento energético superior en el futuro a los que se encuentran actualmente en el mercado.
Esta nueva clasificación, ya en vigencia, es obligatoria para todos los aparatos nuevos que afecten al consumo de energía (a excepción de los medios de transporte). En las tiendas, deben mostrarse en todos los electrodomésticos.