Wärtsilä investiga todos los nuevos combustibles, incluidos metano, amoníaco, metanol, hidrógeno y biocombustibles bio y sintéticos, para medir el impacto de la transición que se requerirá.
Y le calza al dedo, pues es incomparable su experiencia construyendo motores, sistemas de suministro y almacenamiento para una amplia gama de combustibles, incluidos GNL, GLP, biodiesel, metanol y compuestos orgánicos volátiles.
Por eso, su objetivo es simple: “Continuaremos siendo un proveedor de suministro completo de combustible y soluciones de motor para todos los combustibles futuros. Dada la demanda del mercado, en la próxima década comercializaremos tecnología de motores y sistemas de suministro de gas combustible que permitirán a los armadores estar preparados para utilizar todos los combustibles actualmente en discusión”, dice Wärtsilä en un comunicado.
Y adelanta que, dada la modularidad de los motores modernos, siempre y cuando los propietarios de los buques consideren los requisitos de almacenamiento, ya pueden planear el uso de nuevos combustibles en los buques que se están construyendo hoy en día.