La cadena de suministro farmacéutica europea se enfrenta a la renovación de las líneas de producción. La situación se debe a que la Directiva Europea 2011/62/EU, que estará en vigencia hasta febrero de 2019, tiene como objetivo acabar con la falsificación de medicamentos, lo cual supone una gran remodelación en la cadena de suministro del sector.
En concreto, la regulación estipula que cada medicamento contará con su propio número de serie. De modo que, las farmacéuticas tendrán que instalar el proceso de serialización, el cual incluye el etiquetado de laboratorios y fabricantes para un mayor control de los medicamentos durante todo el proceso, desde la fabricación hasta el punto de venta.
Se trata de un proyecto industrial complejo, ya que requiere habilidades técnicas avanzadas y máquinas adecuadas para la imprenta de alta calidad. Además, la serialización supondrá grandes inversiones para las compañías.
Por otro lado, las farmacéuticas europeas deberán incorporar escáneres de códigos de barras 2D para autentificar el cumplimiento de cualquier medicamento vendido. Por lo que, el sector farmacéutico encara un cambio en toda su cadena de suministro, donde el control de los números identificativos es esencial.
En realidad, las modificaciones resultarán en beneficios para el sector. Por ejemplo, gracias a la serialización se podrá tener un mayor conocimiento sobre la calidad de los productos y su origen, asimismo es una oportunidad para modernizar los sistemas actuales de trazabilidad.
Los procesos logísticos están en constante cambio. De hecho, la cadena de suministro está transformando sus procesos junto al notable crecimiento del ecommerce en España. Las tendencias de los consumidores a la hora de comprar están empujando al modelo convencional del sector logístico a realizar importantes cambios en su estilo de negocio, según explica un estudio de Alimarket.
