Al declararse prohibida la minería de criptomonedas en China, por su alto consumo de energía y daño al medioambiente, muchas empresas dedicadas a esta actividad han migrado al extranjero.
La compañía BIT Mining, con sede en Shenzhen, informó hace unos días que ya había enviado 320 máquinas mineras a Kazajstán, un país de Asia Central vecino de China. Para julio, la compañía espera tener otras 2.600 máquinas mineras entregadas, y sus máquinas restantes serán enviadas a “centros de datos en el extranjero durante los próximos trimestres”.
Pekín siempre ha adoptado una postura dura contra las criptomonedas, por considerarlas volátiles y potencialmente desestabilizadoras, pero había tolerado la minería de bitcoin hasta hace poco.
China es el mayor minero de bitcoin del mundo por tasa de hash, representando cerca del 65% de la potencia total, según las últimas estimaciones del Índice de Consumo de Electricidad de Bitcoin de Cambridge.