Los cambios en el sector automotor podrían traer beneficios para las compañías car carries, debido al impacto en el aumento de la producción en plantas en países propios de las marcas y de la demanda en mercados emergentes.
Una de las decisiones que fundamenta esta tendencia es la tomada por Honda que interrumpirá la producción de automóviles en su planta de Swindon, en el Reino Unido, y abastecer los mercados europeos desde las fábricas japonesas.
La tendencia al reposicionamiento de la industria no se hizo esperar. De manera similar, Ford anunció racionalizaciones de capacidad en Europa, Rusia, Brasil y China, al tiempo que invirtió 1.000 millones de dólares en dos de sus plantas de EEUU.
Si otros fabricantes de partes originales siguieran su ejemplo y trataran de satisfacer la demanda del mercado extranjero desde las líneas de montaje nacionales, significaría un auge para el transporte de vehículos terminados.
A medida que la demanda de los mercados emergentes está mejorando en países como Brasil y Rusia y está alcanzando nuevos máximos como en la India, los fabricantes de automóviles están reactivando las plantas en el extranjero subutilizadas e invirtiendo en nuevas capacidades locales.
Y esta es la razón por la que Nissan, cuya producción representa un tercio de la fabricación de automóviles en el Reino Unido, canceló recientemente los planes de fabricar su X-Trail SUV en Sunderland y está aumentando la capacidad de fabricación en Rusia, cuota que anteriormente se completaba desde el Reino Unido. La japonesa planea incluso abrir una nueva planta de producción en Argelia y está investigando un edificio en Ghana.
