El operador Wallenius Wilhelmsen considera que el viento es el medio perfecto para disminuir las emisiones contaminantes en el transporte marítimo. Por ello, la naviera ha diseñado un buque ro-ro impulsado a vela, el cual es capaz de reducir un 90% las emisiones contaminantes en comparación con otras embarcaciones del estilo.
En este punto, la compañía está trabajando para acabar el desarrollo de su buque ‘Orcelle Wind’ para 2025, convirtiéndose así en el primer navío impulsado por energía eólica para el transporte de carga rodada. De esta forma, la compañía actúa como banco de pruebas para esta tecnología.
Realmente, el grupo marítimo espera finalizar el diseño para contratar un astillero a mediados de 2022, y en el transcurso de tres años realizar un evaluación integral de su viabilidad técnica, seguridad y capacidad operativa, así como su incorporación a diferentes rutas comerciales y su maniobrabilidad en puerto con mal tiempo.
Una vez finalizada su construcción, el ‘Orcelle Wind’ podrá transportar 7.000 vehículos a velocidades de entre 10 y 12 nudos, aunque puede ganarse más velocidad si se incorpora un sistema de energía suplementario a bordo. A parte de la apuesta de Wallenius Wilhelmsenm, son muchos los países conscientes de las ventajas que ofrece el sector eólico.
Por ejemplo, el presidente Joe Biden no ha esperado mucho para tomar decisiones que lleven a Estados Unidos a otro rumbo muy diferente al que tenía bajo las riendas del republiano Donald Trump. Y es que, en política energética el cambio ya se ve venir, pues la administración Biden prepara las condiciones para impulsar la industria eólica marina de Estados Unidos.
