ASKA es un coche volador, plegable y eléctrico que ya puede ser ordenado a NFT Inc., la startup israelí/estadounidense centrada en la movilidad del futuro que lo creó.
El vehículo está legalmente homologado para la calle, pero además tiene despegue y aterrizaje vertical (eVTOL), lo que permite al conductor circular por las carreteras de la ciudad o por el aire.
Con el tamaño de un SUV, ASKA se distingue de otros vehículos gracias a su cabina en forma de gota de agua que le permite llevar hasta cuatro personas. La cola de seis cilindros y el sistema de elevación eléctrico le ayudan a despegar y aterrizar verticalmente.
ASKA, que significa ‘pájaro volador’ en japonés, es impulsado por motores eléctricos y es equipado con un extensor de autonomía. Puede alcanzar velocidades de hasta 241 km/h y tiene una autonomía de 402 kilómetros mientras vuela. Cuando circula por las calles de la ciudad, puede alcanzar una velocidad máxima de unos 112 km/h.
Y otra diferencia significativa: ASKA no necesita desplazarse a una terminal aérea para pasar al modo de vuelo, ya que el conductor sólo tiene que encontrar un espacio lo suficientemente amplio para que el vehículo abra sus alas y palas del rotor.