Los Ángeles podría convertirse en una de las primeras grandes ciudades estadounidenses en eliminar los combustibles fósiles de su suministro eléctrico, a pesar que hoy aún quema carbón para generar electricidad.
El National Renewable Energy Laboratory (Laboratorio Nacional de Energías Renovables) concluyó que Los Ángeles es capaz de alcanzar un 98% de energía limpia en la próxima década y un 100% en 2035, cumpliendo así uno de los objetivos climáticos más ambiciosos del Presidente Biden.
Pero lo que más llama la atención del informe es que podrá hacerlo sin provocar apagones ni perturbar la economía, lo que socava dos de los argumentos más comunes utilizados por los opositores a la acción climática.
El camino a seguir para la próxima década está claro, según el NREL: Construir parques solares, turbinas eólicas y baterías lo antes posible. Poner paneles solares en los tejados, coches eléctricos en los garajes y bombas de calor eléctricas en los hogares. E invertir en eficiencia energética y en programas de “respuesta a la demanda” que paguen a la gente por usar la electricidad durante las horas del día en las que abunda la energía solar y eólica.
