Abertis, compañía dirigida por Francisco Reynes, ha insistido que en 2018 su máxima prioridad continuará siendo la seguridad vial, basada en la experiencia de más de 50 años en gestión de autopistas, y el mantenimiento y operaciones rigurosas en los corredores.
Cabe resaltar que las más recientes cifras oficiales de la compañía indican que en España, las víctimas mortales en accidentes en vías se han reducido un 43% respecto al año anterior (con corte a octubre). A su vez, el conjunto del Grupo ha logrado reducir casi un 30% el índice de accidentalidad de los trabajadores durante el periodo.
Por su parte, el índice de peligrosidad (IF1) se ha visto reducido un 2,1%, mientras que el índice de mortalidad (IF3) lo ha hecho en un 1,4%.
En 2017, Abertis puso en marcha un acuerdo de colaboración global con UNICEF para combatir los accidentes en carretera, la principal causa de muerte en niños en edad escolar. Se trata de un proyecto para ofrecer un trayecto seguro a la escuela, inicialmente en Filipinas y Jamaica, países en los que la siniestralidad vial infantil es una cuestión de salud pública. El compromiso representa un millón de dólares anuales durante tres años, y es el mayor acuerdo en materia de seguridad vial centrado en niños.
Tecnología al servicio de los usuarios
Respecto a su programa Road Tech, Abertis continúa impulsando la búsqueda de soluciones innovadoras que permitan a las autopistas del Grupo ofrecer una experiencia de uso más segura y confortable.
En este sentido se resalta el reciente informe denominado “Road Tech: Afrontando los retos del crecimiento del tráfico”, realizado por el Economist Intelligence Unit (EIU) a petición de Abertis, en el que se profundiza en las posibilidades de la aplicación de las nuevas tecnologías a las carreteras para transformar el sector del transporte y conseguir una movilidad más inteligente, segura y sostenible.
La compañía que dirige Francisco Reynes también resaltó que en 2017 su filial en España, Autopistas, anunció su participación en el proyecto Inframix, una prueba piloto de ámbito europeo mediante la cual se prueba la convivencia de vehículos autónomos con vehículos tradicionales en la autopista AP-7 en Girona. La firma se suma a las pruebas que está realizando Sanef en Francia para adaptar sus autopistas a los coches autónomos y conectados.