Renfe ha firmado un acuerdo de financiación de 350 millones de euros con el Instituto de Crédito Oficial (ICO), con fondos procedentes del Banco Europeo de Inversiones (BEI), para la compra de trenes para la red de cercanías.
Los fondos irán destinados al contrato que el operador adjudicó a Alstom y Stadler para fabricar un máximo de 280 trenes por 3.119 millones de euros, el mayor de su historia. El resto de la financiación procederá de los fondos propios de Renfe o, en caso necesario, de otras líneas de crédito.
Los trenes se encuentran ya en proceso de fabricación por parte de las compañías adjudicatarias (201 por parte de Alstom y 79 por parte de Stadler), y Renfe espera empezar a recibir las primeras unidades en 2024.
Los nuevos trenes, que serán accesibles para personas con movilidad reducida, tendrán una capacidad de al menos 900 plazas cada uno de ellos (un 20% más que los actuales Civia) y minimizarán el tiempo de bajada y subida de viajeros, mediante un diseño con un mínimo de diez puertas y amplios vestíbulos.
Renfe financia desde hace años la compra de material rodante con el BEI y Eurofima, entidades con las que tiene una estrecha relación de colaboración y con las que cubre más del 50% de su financiación a largo plazo, que puede ser directa, como hasta ahora, o intermediada, como en esta ocasión con la intermediación del ICO.