Aunque muchos de los dueños de un vehículo eléctrico poseen un punto de carga instalado en su garaje, las estadísticas indican que son muy pocas las que personas que, disponiendo de un garaje en su propia vivienda, apuestan por una solución menos contaminante para sus desplazamientos.
Esta situación, que ha llevado a que aparezcan muchísimas compañías que colaboran con la instalación de un punto de carga para coches ecológicos en los hogares familiares, desnuda además que habrá un buen número de usuarios que no se pasan a los eléctricos por falta de infraestructura.
Si a esto le sumamos que la red de puntos de recarga en el territorio nacional sigue siendo escasa, entonces obtenemos algunas de las explicaciones más razonables acerca de la aún lenta expansión que está teniendo el coche eléctrico en España, comparado con sus vecinos del continente.
A día de hoy, la cuota de mercado de vehículos eléctricos en España se mantiene por debajo del 2%, incluso cuando la demanda de automóviles que de menores emisiones ha aumentado de forma considerable en los últimos meses, como hemos destacado en su momento.
Pero si la ausencia de garajes donde realizar instalaciones de puntos de recarga personales no se suple con una buena red de electrolineras en las poblaciones con un número prudente de habitantes, España le está poniendo techo a los coches eléctricos demasiado pronto.
Las cifras señalan que sólo un 1,7% de las personas con un garaje a disposición en su vivienda posee un vehículo eléctrico o, dicho de otro modo, más del 98% de las personas con facilidades para disfrutar de las ventajas de un modelo ecológico, decide pasar de ellos.
