A fin de garantizar la seguridad, el Gobierno de Estados Unidos acordó en 2006 que todos los contenedores marítimos con destino al país debían ser escaneados. Ahora el Comité del Senado sobre Seguridad Nacional ha acordado ampliar esta norma por dos años más.
Esta normativa es un subproducto de la Ley de Puertos de Estados Unidos e implica que todos los contenedores que vayan a llegar al país deben ser revisados a través de radiación y sistemas de imagen no invasivos en los puertos de origen. Esta ley, diseñada en principio para evitar ataques terroristas y evitar el transporte de armas radiológicas y/o nucleares, ha ralentizado el crecimiento del transporte de carga marítima en el país, según los expertos del sector.
Organizaciones como la Federación Nacional de Minoristas, la Cámara de Comercio de los Estados Unidos y el Consejo Mundial de Transporte Marítimo han manifestado que este método es poco práctico y que debería dejarse de lado y apostar por otras soluciones que aporten un mayor grado de seguridad a la cadena de suministro, pero que a la vez permitan un normal desarrollo del transporte marítimo.
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