Si bien está claro que ocupar el espacio aéreo que correspondía a la recién quebrada Thomas Cook no será nada sencillo, ya estamos siendo testigos de varios anuncios de gran relevancia para intentar reducir las consecuencias de esta inesperada situación, que afecta a a cientos de miles de pasajeros y usuarios.
En tal sentido, han sido fuentes del Gobierno en funciones las que han confirmado que este próximo viernes 11 de octubre, se aprobará un real decreto ley que incluye 13 medidas de choque y representa una inversión de alrededor de 300 millones de euros.
Este paquete, que tiene como objetivo minimizar los efectos de la quiebra del turoperador británico, contempla “una rebaja de las tasas de pasajeros y de ruta en los vuelos a Canarias y Baleares”, tal cual se ha detallado recientemente.
María Reyes Maroto, ministra de Industria, Comercio y Turismo, ha asegurado que harán todo lo posible para que los cerca de 3.400 empleados que ven en riesgo sus empleos por el colapso de Thomas Cook no pierdan sus puestos, y recuperen la tranquilidad en el menor tiempo posible.
El plan del Gobierno pretende también dar respuesta a la pérdida de conectividad producida más allá de las nuevas rutas de otras aerolíneas como Jet2, de igual modo que buscará resolver la falta de liquidez de empresas y autónomos.
“Son muchos los viajeros que ya habían comprado billetes de Thomas Cook y que no vendrán como consecuencia de la quiebra”, adelantó la ministra, anticipando que, según sus cálculos, unos 700.000 turistas dejarán de llegar este año a España, principalmente a Baleares y Canarias.
