Hace ya un par de meses comentábamos la preocupación que existía en el sector de los coches eléctricos a nivel nacional por la bajísima cantidad de puntos de recarga que existen en el territorio español. Y a medida que surgen más estadísticas, la necesidad de tomar cartas en el asunto es cada vez más clara.
De hecho, si tenemos en cuenta las conclusiones del más reciente informe elaborado por la Escuela Superior de Administración y Dirección de Empresas –ESADE– y la Fundación Caja de Ingenieros, si se pretende popularizar realmente el vehículo eléctrico en España, hace falta “multiplicar por más de 90 el número de puntos de recarga públicos con respecto a los existentes en 2015”.
Si bien está claro que desde ese momento a esta parte se ha avanzado al respecto, hay que tener en cuenta que si en 2015 funcionaban apenas 1.700 puntos de recarga en el país, para 2030 esa cifra debería elevarse al manos hasta los 145.000 puntos.
El estudio pretende señalar que más allá de lo atractivo que puede resultar el abrir las puertas a los coches eléctricos, existen “desafíos” que pueden considerarse. También se señalan otros como por ejemplo la huella de carbono que se produce, además del relativo alto nivel de emisiones producto de su fabricación.
Además, en el estudio se agrega que ahora mismo el parque automotor eléctrico en España tiene una presencia mínima, de menos del 1% de turismos. Esto, incluso cuando recientemente se han lanzado varios programas de ayuda para la compra de estos coches, a los que el encargado del informe Daniel Arenas califica de “poco efectivos hasta el momento”.
