La Comunidad de Madrid cuenta con 24 puntos de recarga de vehículos eléctricos en la vía pública, 8 en aparcamientos municipales de rotación (con 105 conectores en total) y solamente un punto de estructura de recarga rápida con un único conector.
Sin embargo, pese a la mayor cantidad de puntos en la vía pública, todos ellos son de recarga lenta a 230 V y, al menos, 18 de ellos solamente constan de un enchufe de tipo schuko, que provee de una recarga de las llamadas súper-lentas, puesto que ha de limitarse a 10 A y 2kW la potencia de carga con este tipo de conector.
Por ello, y a pesar de que la Comisión de Transportes y Turismo del Parlamento Europeo respaldó en noviembre de 2013 normas que exigirían que los Estados de la Unión Europea establezcan objetivos para desplegar redes públicas de puntos de recarga y estaciones de servicio que suministren combustibles alternativos, los puntos de recarga en España y, concretamente en la Comunidad de Madrid, siguen siendo escasos y poco efectivos para cubrir las necesidades del coche eléctrico.
Así, a pesar de que Madrid lidera junto con Barcelona y Sevilla el ranking de ciudades que han apostado por instalar puntos de recarga para vehículos eléctricos, la capital parece haber echado el freno, con puntos que no funcionan o de recarga súper-lenta.
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