Los diferentes actores que forman parte del sector del transporte continúan con su lobby para conseguir que la Dirección General de Tráfico –DGT– reduzca la edad mínima legal a partir de la cual se pueden conducir vehículos de gran tamaño, como autobuses o camiones de gran peso.
La intención de estos grupos es que a partir de una modificación en las normativas actuales se consiga la cantidad de conductores de este tipo de medios de transporte, que están en falta en buena parte de España, produciendo que muchas empresas trabajen por debajo de sus posibilidades.
Por eso insisten a este organismo dependiente del Ministerio de Interior para que, aprovechando el margen al respecto que ofrece la más reciente Directiva Europea del pasado mes de mayo, se rebaje la edad mínima de los conductores de los 24 a los 21 años de edad en el caso de los autobuses, y de 21 años a 18 cuando hablamos de camiones de transporte.
Desde la Federación Nacional del Transporte por Carretera o la Asociación de Transporte Internacional por Carretera consideran que se trata de una problemática que debe abordarse cuanto antes ya que, a su juicio, faltan cerca de 15.000 conductores en España para cubrir las vacantes actuales.
Algo similar dice Confebús, que agrupa a las principales empresas de transporte de viajeros por carretera, al asegurar en sus últimas comunicaciones que la plantilla de conductores está envejeciendo rápidamente, y que no encuentran jóvenes con esta vocación.
Lo más curioso del caso es que en estos colectivos etarios la tasa de paro es realmente alta, por lo que podría ser una solución doble, que permita encontrar los conductores que hacen falta, como así también ofrecer una salida laboral atractiva a estos jóvenes.
No se trata, por último, de la única regulación que deberá afrontar la DGT en los próximos meses, ya que también los ciudadanos están expectantes por saber qué sucede con el carnet para vehículos de movilidad eléctrica.
