Si la industria del transporte ya viene golpeada como consecuencia de la pandemia por coronavirus, puede que pronto muchos de los profesionales del sector tengan que asumir además un mayor gasto mensual y anual, en caso de prosperar la subida del impuesto que grava el gasóleo.
En efecto, este asunto que aún está en discusión pero que, todo indica, será aprobado más temprano que tarde, podría tener incidencia sobre las finanzas de un tercio de los transportistas españoles, que representan unos 130.000 vehículos y son mayormente autónomos.
En todos los casos estamos hablando de vehículos de hasta 7,5 toneladas de masa máxima autorizada que, de acuerdo a las estimaciones de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España –Fenadismer-, no podrán acogerse entonces a la devolución parcial del impuesto.
Sucede que esa devolución quedaría sólo para los transportistas de mayores tonelajes y, por eso, desde la organización presidida por Julio Villaescusa, han comenzado a alertar acerca de esta situación.
En el caso de que, finalmente, se apruebe la tan señalada equiparación impositiva entre el diésel y la gasolina, estos representantes del sector pedirán al Ministerio de Hacienda que los transportes de mercancías de menor tonelaje también sean incluidos en la devolución de ese impuesto.
Veremos qué es lo que ocurre al respecto en las próximas semanas, atendiendo al delicado contexto que atraviesa el transporte por carretera en España, como uno de los que más ha caído en toda Europa.