Ya superada la peor parte de la pandemia por coronavirus, no quedan dudas de que la movilidad eléctrica debe consagrarse como una de las grandes aliadas en la búsqueda de alternativas a los medios de transporte públicos, que serán, por algún tiempo, inseguros para la población.
Como parte de esta toma de conciencia tanto de privados como de organizaciones, estamos siendo testigos de varios acuerdos comerciales con el objetivo de impulsar estos nuevos vehículos. Hace poco hablábamos de la alianza entre Kia y Repsol, y hoy tenemos una incluso más importante.
Es que ha sido la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones -ANFAC-, la que ha cerrado nuevos vínculos con la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica –AELEC– y la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica –AEDIVE-.
Más allá del juego de siglas y palabras, lo importante es que la ANFAC demuestra que sigue absolutamente comprometida con los objetivos planteados en su Plan estratégico AUTO 2020-40.
En estos nuevos convenios, se ha planteado promover de todas las formas posibles el desarrollo de la movilidad eléctricas en España, no sólo compartiendo información que pueda ser de utilidad para cada una de ellas, sino también sumando fuerzas para obtener ventajas en potenciales negociaciones.
Como proyectos concretos, uno de los primeros resultados de este acuerdo será la creación de un comité de seguimiento del sector de la movilidad eléctrica en el país, como la elaboración de informes anuales que recojan las acciones emprendidas por cada una de las asociaciones.