Alejandro Rodríguez, director de Operaciones de la empresa de renting flexible Reflex, afirma que “los gustos y preferencias del mercado están cambiando a la hora de elegir un vehículo en renting flexible. El tipo de combustible es la primera decisión que toman y sigue ganando el diésel, aunque las restricciones de tráfico en las grandes ciudades empiezan a notarse”.
“A la vez, empezamos a ser cada vez más conscientes de nuestra huella ecológica en el aire que respiramos buscando alternativas limpias como el Autogás”, dice Rodríguez. En este sentido, Reflex cuenta con vehículos alimentados por GLP dentro de su oferta.
La seguridad del vehículo es la segunda elección. Ya no se conciben coches sin airbag, ESP, ABS y en el segmento más elevado de la demanda, sistemas de frenada automática, sistema de detección de alcance, aviso de coche adelantando, reducción de velocidad automática, etc.
“En tercer lugar, cada vez con más fuerza, entra en juego la elección de un coche con una alta conectividad, desbancando incluso al diseño, el color o el tamaño del vehículo, que habían sido elementos determinantes históricamente para el cliente”, continúa el director de Operaciones de Reflex.
Repsol firmó a finales de 2015 un acuerdo con Reflex. El acuerdo tenía por objetivo fomentar el alquiler de vehículos de autogás, vehículos “más limpios a la vez que pueden lograr un importante ahorro en su actividad”.
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