Hace ya algún tiempo que la Aniacam, la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Camiones, Autobuses y Motocicletas, amenaza con desaparecer. Pues bien, para evitarlo, las autoridades de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones -ANFAC- han anunciado que la absorberán.
Se confirman así los rumores de hace un par de semanas, basados en que el primero de los organismos venía perdiendo a varios de sus socios históricos en los meses pasados, en su mayoría porque decidieron unirse a ANFAC para obtener mayores ventajas concretas.
Para colmo de males, hay que recordar que durante septiembre del año pasado se produjo el fallecimiento del presidente de la Aniacam, Germán López, lo que terminó de dejar tocado al ente, considerado por historia uno de los cuatro grandes del sector del automóvil en España.
Surgida en 1977 gracias a la alianza de 29 socios fundadores y de la mano de Germán López Pérez-Castrillón, padre del mencionado Germán López, la Aniacam se encargaba de representar los intereses de aquellas marcas del mundo del motor que no poseen centros de producción a nivel nacional.
En los años posteriores los objetivos iniciales de la organización se fueron modificando, comenzando su derrumbe allá por el 2013, cuando Toyota fue la primera firma en abandonarla para pasar a ANFAC, camino que luego continuaron Bergé, BMW, Honda, Hyundai, Kia y Mazda.
El primer día de 2019 también Suzuki confirmó lo propio, situación que prácticamente sentenciaba a la Aniacam y que, muchos sospechaban, derivaría en su integración definitiva con la cada vez más poderosa ANFAC. Pues bien, ese momento ha llegado.
