El tan temido paro del transporte en los días previos a Navidad, que contaba con el apoyo de 8 de cada 10 transportistas, ha quedado en suspenso de momento, tras el último principio de acuerdo entre el Gobierno y las principales patronales del sector, toda vez que ambas partes han alcanzado una serie de entendimientos básicos, para que los segundos acepten dejar en un “compás de espera” la medida.
Desconvocada la huelga, al menos mientras el Ejecutivo vaya cumpliendo con las promesas realizadas a los conductores el pasado viernes, se espera entonces que el transporte de mercancías por carretera no tenga contratiempos en las horas previas a la entrega de regalos. Desde el Gobierno han calificado la negociación como “histórica”, y afirman que mejora las condiciones de un sector “estratégico”.
Sobre las nuevas disposiciones, ofrecidas después de la protesta de camiones por las ciudades, sobresalen varios antiguos reclamos, como por ejemplo la prohibición de que sea el conductor el que realice las operaciones de carga y descarga salvo unas contadas excepciones, además de la obligatoriedad de la revisión del precio del transporte por al ir variando precio del gasóleo.
El Comité Nacional del Transporte por Carretera –CNTC-, que fuera una de las entidades que convocó al paro, argumentan que han cedido al comprobar que muchas de sus solicitudes fueron escuchadas, sumando a las anteriores también el hecho de que se reducirán los actuales tiempo de espera, y que el transportista “tendrá derecho a una indemnización”, en caso de que no fuera respetado.
La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, cara visible de las negociaciones y de los compromisos asumidos por el Gobierno frente al sector, dijo por su parte que el éxito de las negociaciones, alcanzado luego de varias semanas, ha logrado evitar “un grave perjuicio para los ciudadanos y la economía del país durante el periodo navideño”, de los más álgidos del año.