Aunque el paro anunciado para estos días quedó en suspenso tras el principio de acuerdo entre el Gobierno y las patronales del sector, nuevamente somos testigos de informes que muestran las dificultades con las que se topan aquellos que quieren desenvolverse en el transporte de mercancías por carretera, o incluso en zonas urbanas, y que afecta cada aspecto importante de esta profesión.
En este caso, una reciente investigación de Promocar/Kantar para Unoauto, ha desnudado una nueva problemática para los conductores, en la medida en que se triplica el tiempo medio de entrega de vehículos nuevos en España, teniendo que esperar hasta 87 días cuando adquieren unidades para desempeñarse en las carreteras, con todo lo que implica no disponer de una unidad en buenas condiciones.
Estas cifras, que se tornan aún más graves si recordamos que hace un año el tiempo medio de entrega era de apenas cuatro semanas, evidencian que la crisis de los microchips implica un nuevo obstáculo para los transportistas, y pone a España en un pie de igualdad respecto de otros países del continente europeo, cuando antes nuestro territorio aventajaba, y por mucho, a todos los vecinos.
De hecho, a pesar de ese espectacular crecimiento del 222% en los tiempos medios de entrega, España sigue posicionándose por delante de Francia y el Reino Unido, donde los conductores deben esperar 153 y 144 respectivamente para tener sus deseados nuevos vehículos. Italia exhibe una situación similar a la nuestra y Alemania, donde esperan 115 días, apenas ha experimentado cambios en estos meses.
Ahora bien, otro detalle curioso es que, más allá de la demora en los plazos de entrega, la mayoría de los conductores están interesados en la compra de sus vehículos, con 250.000 unidades acumuladas en la lista de pedidos de los concesionarios de aquí a fin de año. Curiosamente, incluso, cuando eso impacta en las matriculaciones, lo que hará que éstas suban entre 800 y 1.000 euros.