La Eurocámara y la Comisión Europea introducirán los ‘supercréditos’ para valorar los vehículos más limpios dentro de la gama de un mismo fabricante. Además, la UE obligará a reducir las emisiones de CO2 de los coches hasta 95 gramos por kilómetro con 2020 como fecha límite.
Según las previsiones de los eurodiputados, la medida evitará 50 millones de toneladas de emisiones de CO2 al año. Sin embargo, las marcas que fabriquen menos de 1.000 vehículos al año estarán exentas de la normativa.
Esta flexibilidad ha escandalizado a los grupos ecologistas, que apuntan que los fabricantes compensarán el desarrollo de los vehículos más contaminantes con menos producción de coches más limpios con el objetivo de evitar las sanciones estipuladas.
La Comisión Europea revisará a finales de 2015 la nueva regulación para establecer nuevos objetivos que abarquen los años siguientes a 2020.
Ésta no es la única medida que quiere implantar la UE en cuanto a la fabricación de coches. Sin ir más lejos, la comisión de Mercado Interior de la Eurocámara apoyó a finales de febrero la norma que obliga a los fabricantes de coches a insertar el sistema de llamada automática en caso de emergencia en todos los coches nuevos antes de octubre de 2015.
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