Que haya cada vez más puntos de recarga rápida y mejor distribuidos, sobre todo en lo que refiere a aquellas instalaciones de acceso público, es fundamental para el despliegue de una nueva movilidad. Madrid parece saberlo, a juzgar por el interesante crecimiento que demuestra en este campo.
En efecto, la capital acaba de anunciar la inauguración de 12 nuevos puntos de recarga eléctrica rápida, completando un total de 45, para un aumento del 36% de las soluciones en lo que llevamos de 2020, una cifra que no está nada mal sobre todo considerando lo irregular que ha sido este año.
Desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad, que dirige Borja Carabante, han explicado además que, si se contabilizan también los puntos de recarga lenta, Madrid comprende un total de 153, a los que luego hay que sumarle los 261 que funcionan únicamente para las flotas municipales.
El propio Carabante ha señalado, en una de sus más recientes apariciones públicas, que se han propuesto “ampliar la red hasta alcanzar los 150 puntos de recarga rápida en 2023” y que, para ello, cuentan con la colaboración y el compromiso del Ayuntamiento de Madrid.
De hecho, esto queda a la vista cuando consideramos también algunas de las últimas novedades en materia de transporte dadas a conocer por parte del Ayuntamiento, que viene de lanzar la Línea Cero de la EMT, o de informar la adquisición de 15 nuevos autobuses eléctricos, entre otras.
Otras noticias han tenido que ver con el próximo estreno del primer aparcamiento de vehículos compartidos de la mano de IFEMA, además de la habilitación de 50 nuevas estaciones de BiciMad, y la entrega de permisos para miles de bicicletas eléctricas de uso compartido más.
Es indudable, por tanto, el impulso de Madrid a estas nuevas formas de movilidad.
