A pesar de la lenta recuperación del sector, que se muestra moderadamente optimista de cara al cierre de 2021, los últimos datos brindados por la gente de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España -Fenadismer- confirman este aumento en la demora de los cobros, uno más en lo que va del año.
El caso es que, así como la morosidad en el transporte no sufrió cambios en abril, y hasta podía esperarse que los datos del siguiente mes fueran auspiciosos, mayo ha dejado en claro que la crisis continuará bastante tiempo, especialmente atendiendo a las pocas medidas que el Gobierno ha tomado para desalentar esta práctica.
En este escenario, ahora mismo la demora de los cobros por parte de los profesionales es de 84 días de media, por lo que un 67% de los clientes incumplen los plazos máximos legales, y ni que hablar de aquellos que tardan más por encima de los seis meses en cancelar esas deudas, algo imperdonable como están las cosas.
En cualquier caso, Fenadismer fue crítico de la Ley de Morosidad del Transporte aprobada por el Congreso recientemente, manifestando que las últimas modificaciones habían eliminado el “carácter disuasorio necesario” para lograr que los clientes dejaran de estirar los pagos, buscando rendimientos que les permitieran ahorrar costes.
Por lo demás, los datos correspondiente al mes de mayo de 2021 del Observatorio permanente de la morosidad y los pagos en el sector del transporte, dejan entrever que la modalidad de pago más habitual es la transferencia, contemplada en un 54% de las ocasiones, por encima del confirming, el pagaré y el cheque.
Siempre de acuerdo al comunicado oficial de Fenadismer, “es tal el grado de incumplimiento y de demora en los pagos, que de ellos un 36% se realizaron a más de 90 días e incluso un 21% a más de 120 días, plazo en el que el transportista ya ha tenido que adelantar hasta dos trimestres el ingreso del 21% del IVA a Hacienda”.