Los grandes puertos suponen un punto clave para la recepción de buques portacontenedores, mientras que los pequeños puertos marítimos se adaptan al tráfico de contenedores refrigerados (‘reefer‘) al carecer de la capacidad necesaria para su carga y descarga.
La situación hace que el comercio internacional se desplace a grandes puertos y perjudica la circulación de la mercancía, el flujo comercial, el desarrollo de mercados, la economía e incluso la fijación de los precios de los productos.
Las autoridades portuarias de diferentes países han decidido invertir en la modernización de su infraestructura con el objetivo integrarse en el mercado de contenedores ‘reefer’ y atender a los grandes buques.
Asimismo, los puertos se involucrarán más en los servicios de logística ‘reefer’ a través de alianzas estratégicas con operadores logísticos y ‘3PL‘ especializados en el transporte frigorífico.
Las tendencias incidirán en el desarrollo, gestión y operación de los pequeños puertos. Por otro lado, el transporte marítimo es clave en el desarrollo económico de los países. De hecho, la Fundación ICIL ha organizado un seminario sobre la optimización del transporte marítimo.
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