Aunque España está logrando avances en sus objetivos de reducir las emisiones de CO2 que genera el transporte en el país, algunas de las medidas que podrían tomarse tendrán consecuencias negativas para los usuarios, como lo han hecho saber los representantes de las empresas aéreas.
Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas –ALA-, manifestó al respecto que la implementación de una nueva tasa a las emisiones de CO2 podría traducirse irremediablemente en un aumento de los costes de estas rutas, perjudicando a los clientes de menor capacidad económica.
El ejecutivo, que descartó que el avión sea un “transporte de ricos”, asegurando que está “totalmente democratizado”, advirtió que esta clase de medidas podrían perjudicar la economía nacional, sobre todo en lo referente al turismo interno.
Gándara respondió, de este modo, a las recientes declaraciones de Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, quien señaló que sería “razonable” imponer tasas a quienes se desplazan en avión.
“El avión no es un transporte de ricos en la actualidad. Si hoy tiene algo la aviación es que está totalmente democratizada. Hace 25 años era un lujo que no estaba al alcance de todos, pero ahora sí”, explicó el presidente de ALA, añadiendo que “todos los ciudadanos” pueden bolar hoy en día.
Desde su punto de vista, Gándara considera que los actuales impuestos que la industria de la aviación paga estaría mejor aprovechados si se destinaran al desarrollo de nuevas tecnologías o combustibles alternativos, en lugar de seguir apostando por impuestos ambientales que “no han solucionado el problema”.
