La compañía automovilística Ford ha ampliado la planta de fabricación de Almussafes (España) para poder exportar más motores a Estados Unidos. De hecho, la sucursal española ha quedado al margen de los efectos provocados por los planes del presidente electo estadounidense, Donald Trump.
En realidad, la multinacional ha anunciado la cancelación de sus planes de expansión en México y ha destinado una inversión de 40 millones de euros en la planta de motores valenciana, que produce de forma prácticamente íntegra para el mercado estadounidense.
Además, la inversión podría alcanzar los 400 millones de euros, según fuentes sindicales, que se sumarían a los 2.300 millones gastados en los últimos cinco años para la producción de vehículos.
El presidente y consejero delegado de Ford en España, Jesús Alonso, señaló en octubre que “el compromiso seguirá como mínimo otros cuarenta años más”. Asimismo, los planes de Ford en México no influyen de forma directa a la factoría española ya que son divisiones diferentes.
Por otra parte, Ford ha afirmado que no está interesada en la propuesta de fusión lanzada por el consejero ejecutivo de Fiat Chrysler.