El terminal privado de puerto Caldera, en Chile, iniciará un ambicioso plan de inversión para adquirir nuevos equipos (grúas) y ampliar las instalaciones. El propósito es ofrecer sus servicios en la vecina Argentina.
Las inversiones serán por un monto de 23 millones de dólares, de acuerdo con el presidente del puerto, Sergio Ruiz-Tagle. Uno de los trabajos en la lista es la extensión en 100 metros del borde de atraque que hoy puede recibir barcos de hasta 222 metros de longitud.
En 2017, puerto Caldera movilizó 30.000 toneladas de carga frutícola, pero durante 2018 se prevé el tránsito de unas 50.000 toneladas. Solo de esos rubros.
Pero si se reactiva la minería del hierro, el puerto podría transportar más de un millón de toneladas. Ruiz-Tagle explicó que hace cinco años se movilizaban 1,4 millones de toneladas de hierro al año.
Este terminal chileno está en la región de Atacama, pero quiere ofrecer servicios a Argentina, que le queda muy cerca. La carga puede provenir de las provincias de Catamarca, La Rioja y Tucumán.
Para lograr ese objetivo, ejecutivos del puerto han viajado junto a representantes de la naviera alemana Hapag-Lloyd -cuyo mayor accionista es la Compañía Sudamericana de Vapores, para hacer gestiones con la intención de concretar el traslado de carga.
Puerto Caldera permitiría reducir el tiempo de exportación a China a 30 días, mientras que desde Buenos Aires (la opción que tiene el mercado al que apuntan) tarda entre 45 y 60 días.
La provincia de La Rioja, en el noroeste argentino, impulsa un proyecto para conectar el ferrocarril Belgrano Norte con Copiapó, en la región Atacama de Chile, y así reducir en 30% los costos de transporte de cargas.
