Si bien es cierto que las ventas de vehículos de segunda mano se desplomaron durante los meses de confinamiento, todo indica que el futuro del sector está asegurado, al menos si tenemos en cuenta los datos que surgen de los más recientes estudios realizados por la gente de Sumauto.
Lo que sucede es que, como ya hemos explicado muchas veces durante estas semanas, el transporte público es una opción de movilidad realmente peligrosa pensando en posibles rebrotes de coronavirus, y eso está llevando a que una enorme cantidad de españoles busquen coches antiguos en el mercado.
De acuerdo a los datos de Sumauto, las ventas de modelos con más de 20 años de antigüedad se vienen disparando en los últimos meses. Concretamente durante julio se cifraron en las 44.000 unidades, un 31% por encima del período anterior, según confirma el Instituto de Estudios de Automoción.
Una de las claves de la elección de esta alternativa para los desplazamientos sobre todo urbanos, es que el precio promedio que se paga para adquirir uno de estos automóviles es de apenas 1.400 euros.
En este contexto de crisis, tanto sanitaria como económica, se trata de un monto mínimo que permite a prácticamente cualquier persona o familia disponer de un vehículo propio, evitando las aglomeraciones que pueden producirse en el transporte público durante las horas punta.
La preocupación por el cambio climático y los altos niveles de contaminación que producen estos coches, por el momento, parece que puede esperar. Al menos, algunos españoles así lo entienden.