Bolivia está considerando un cambio significativo en sus rutas de exportación, con la intención de dirigir una parte sustancial de su carga hacia los puertos chilenos de Arica y Antofagasta. Esta decisión surge en medio del conflicto en la hidrovía Paraguay-Paraná, donde los altos costos asociados con esta vía fluvial la han vuelto inviable.
La disputa se centra en el tramo Confluencia-Santa Fe de la hidrovía Paraguay-Paraná, donde Argentina implementó un peaje que continúa generando tensiones. Autoridades bolivianas expresan preocupación por la situación, alegando que Argentina está infringiendo el Tratado de la Hidrovía y poniendo en riesgo los acuerdos establecidos.
La medida sugiere un cambio estratégico en las rutas comerciales de Bolivia, en un esfuerzo por superar los obstáculos que enfrenta en la hidrovía. Este cambio podría tener implicaciones significativas para el comercio regional y las relaciones diplomáticas entre Bolivia, Argentina y Chile.