Si España realmente pretende que el futuro del transporte por carretera tenga sentido, primero que nada tendrá que trabajar en mejorar el estado en el que se encuentran muchos de estos caminos. Justamente esto sugiere el último informe presentado por la Asociación Española de la Carretera -AEC-.
En efecto, un estudio realizado por los especialistas de esta organización da cuenta de que existe un “déficit de inversión en la red viaria”, que ha crecido apenas por encima del 5% durante los dos últimos años, una situación que se traduce en la pérdida de buena parte del valor patrimonial en poco tiempo.
Según los especialistas de la AEC, si el Gobierno de España pretende revertir esta problemática, deberá invertir en los próximos años unos 7.500 millones de euros, un tercio direccionado hacia la red que gestiona el estado, y los otros dos orientados a apoyar los kilómetros de las comunidades autónomas.
Este relevamiento, publicado bajo el nombre “Necesidades de Inversión en Conservación 2019-2020“, tiene en cuenta el estado en el que se hallaban las carreteras nacionales durante la segunda mitad del año pasado, por lo que no considera el efecto de la pandemia por coronavirus.
En sus investigaciones, los expertos pudieron comprobar que cerca del 10% de las carreteras española presenta un aspecto “muy deficiente”, algo que además han apoyado con cerca de 30.000 fotografías.
Y, además, no se puede perder de vista que el mal estado de las carreteras es uno de los principales causantes de la emisión innecesaria de toneladas de CO2, suponiendo la liberación de aproximadamente 25 millones de toneladas extra durante la pasada década, que bien podrían haberse evitado.
Veremos si, con estos datos sobre la mesa, el gobierno toma alguna decisión importante al respecto.
