California se propone eliminar los camiones más antiguos que circulan por los concurridos corredores y que llevan cargas al puerto y exigir que todos los vehículos nuevos funcionen con combustibles limpios a partir de 2024.
Además, a partir de 2025, el Estado prohibirá que los camiones con motores de combustión interna que tengan más de 800.000 millas operen en los puertos y en las estaciones ferroviarias.
El objetivo total es conseguir que más de 30.000 camiones altamente contaminantes se pasen a la energía limpia de aquí a 2035.
Los responsables de la industria del transporte afirman que hay un gran desfase entre el objetivo y la infraestructura de recarga, que apenas existe en la actualidad y que tardaría años en construirse.
En detalle, el CARB, principal organismo regulador de la calidad del aire en el estado, aprobó normas que obligan a los concesionarios de camiones a garantizar que los vehículos de emisiones cero constituyan una parte cada vez mayor de las ventas durante la próxima década.