A pesar de recibir restricciones por parte de los diferentes gobiernos, la naviera Brittany Ferries sigue uniendo España con Irlanda y Reino Unido, desde los servicios de pasajeros hasta los de mercancías. Es más, la compañía le está dando los últimos retoques al buque Galicia, el cual se ubica en el astillero de Santander.
Se espera que la embarcación empiece a navegar a principios de diciembre entre el norte español y Reino Unido, con un total de dos conexiones semanales. En concreto, el diseño del buque está inspirado en las ciudades y pueblos de la costa norte española e integrará otros elementos que recuerden a la zona en su decoración interior.
En cuanto al resto de características, el buque pesa más de 40.000 toneladas y cuenta con 215 metros de eslora, convirtiéndose así en uno de los buques más grandes del operador. Entre las ventajas que aporta el navío, se destaca el hecho de que ofrece una excelente navegabilidad sin importar la condición climática, además la emisión de sustancias contaminantes es mucho menor que la de otras embarcaciones de un tamaño parecido.
Para ello, el navío dispone de ‘scrubbers‘ de circuito cerrado que eliminan las partículas y los componentes nocivos, como los óxidos de azufre. Próximamente, Brittany Ferries también quiere añadir a su flota los buques Salamanca y Santoña, lo cual se traduce a una reducción del 46% en las emisiones de CO2 por pasajero en los trayectos entre Reino Unido y España.
El sector marítimo es consciente de la necesidad de contar con un transporte sostenible, por lo que las navieras optan por integrar el Gas Natural Licuado (GNL) en sus flotas. Un ejemplo de ello es Baleària, quien ya cuenta con un sexto buque en su flota propulsado por GNL, tras remotorizar el ferry Sicilia. Se trata de la cuarta operación de este tipo que realiza la naviera en los últimos años.
